Además de los cambios en el estilo de vida, la nutrición puede influir en la salud del hígado. Echa un vistazo a estas bebidas que pueden ayudar a mejorar la función hepática.
El hígado desempeña muchas funciones importantes para la salud física. Ayuda en la digestión y el metabolismo y actúa como filtro de la sangre, descomponiendo las sustancias nocivas en residuos que se expulsan del organismo a través de la orina y las heces.
Según la Clínica Mayo, los síntomas de disfunción hepática incluyen:
Las enfermedades hepáticas pueden ser genéticas. Otros factores como las infecciones víricas, la edad, la obesidad o el consumo excesivo de alcohol también pueden causar daños o disfunciones hepáticas. Si no se trata, este daño puede ser mortal.
La buena noticia es que el hígado es el único órgano del cuerpo con capacidad para regenerar células nuevas y reparar las dañadas. Reparar el daño hepático puede ser un reto; sin embargo, es posible mediante cambios constantes en la dieta y el estilo de vida. Entre ellos se incluyen:
Además, muchas bebidas, como el agua, el té y el zumo de pomelo, pueden ser beneficiosas para la salud en general y ayudar a desintoxicar el organismo y el hígado.
Mantenerse correctamente hidratado es un factor importante para conservar un hígado sano. La deshidratación puede afectar en gran medida al funcionamiento del hígado, especialmente a su capacidad para desintoxicar la sangre. Por término medio, hay que beber entre ocho y diez vasos de agua al día; las personas con problemas de salud pueden necesitar aumentar su ingesta de agua por encima de la cantidad recomendada.
Hay algunos tés naturales que pueden ayudar a la función hepática. Varios tés populares y posiblemente beneficiosos para la salud del hígado incluyen:
Investigue los efectos y beneficios para la salud de tés específicos o consulte las recomendaciones con su médico para asegurarse de que se recomienda un uso seguro.
El zumo de pomelo contiene antioxidantes específicos que estimulan el hígado y ayudan a filtrar y excretar sustancias químicas del organismo. El pomelo también contiene los flavonoides naringina y naringenina, que tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a proteger el hígado. Sin embargo, se recomienda no consumir más de seis onzas de zumo de pomelo al día. El zumo de pomelo también interactúa con muchos medicamentos recetados, por lo que debe consultar a su médico o farmacéutico y leer las etiquetas de advertencia de sus medicamentos antes de añadirlo a su dieta.
La cúrcuma es un suplemento de uso común que puede disminuir la inflamación y ayudar a reparar el hígado, debido a su capacidad para ayudar a eliminar las toxinas dañinas al tiempo que disminuye la acumulación de grasa en el hígado. Para un uso seguro, los estudios médicos recomiendan mezclar de uno a tres gramos de raíz seca de cúrcuma en agua caliente cada día durante un máximo de tres meses.
Muchos cítricos, incluido el limón, pueden añadirse al agua para ayudar a estimular y limpiar el hígado. Los limones son ricos en nutrientes como la vitamina C y antioxidantes. Para ayudar a prevenir las enfermedades hepáticas, disfrute de cuatro a seis cucharadas soperas de zumo de limón mezcladas con agua cada día.
El jengibre ayuda a proteger el hígado y reduce la inflamación del organismo. También puede reforzar la inmunidad y mejorar la salud digestiva. El consumo recomendado es de menos de cuatro gramos de jengibre al día, mezclados con agua tibia o fría.
Al igual que con cualquier cambio en la ingesta nutricional o el uso de suplementos, tenga precaución. Algunas personas pueden experimentar resultados no deseados o efectos secundarios, y algunas hierbas y alimentos pueden interactuar con ciertos medicamentos. Además, la información presentada anteriormente se basa en estudios realizados en adultos y no debe utilizarse en niños. Investigue cualquier suplemento y consulte a un profesional de la salud antes de hacer cambios bruscos en su dieta o estilo de vida.
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