Es una sensación familiar que se interpone en un día ajetreado. De repente notas que te pica la garganta y te duele al tragar. Puede deberse a una irritación temporal o a algo más grave, pero lo primero que quieres es aliviarte.

La mayoría de los dolores de garganta están causados por los mismos virus que provocan el resfriado común y la gripe. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) afirman que estos problemas de garganta suelen ser leves y desaparecen por sí solos. Aquí tienes seis formas de aliviar tu próximo dolor de garganta:

1. Mantener la garganta húmeda

El dolor de garganta siempre parece peor por la mañana porque la garganta se seca durante la noche. Bebe mucho líquido y utiliza pastillas, caramelos para la tos o caramelos duros para estimular la producción de saliva. Las marcas con un ingrediente refrescante o adormecedor, como el mentol o el eucalipto, también pueden ayudar.

2. Disfrutar del té y la sopa calientes

¿Cansado de beber agua todo el día? Una taza de té de hierbas puede ayudar a calmar el dolor de garganta. Los tés también contienen antioxidantes que pueden combatir las infecciones y fortalecer tu sistema inmunitario. También hay muchas razones para creer en el viejo remedio casero de mamá, la sopa de pollo. Esta comida nutritiva es fácil de tragar y el sodio del caldo puede contener propiedades antiinflamatorias.

3. Haga gárgaras con agua salada tibia

Hacer gárgaras con agua salada tibia varias veces al día es realmente útil, según estudios de la Clínica Mayo y otras organizaciones médicas. El agua salada caliente puede reducir la inflamación de la garganta, aflojar la mucosidad y ayudar a eliminar los irritantes. Recuerda: escupe el agua después de hacer gárgaras. No la tragues.

4. Líquidos fríos y paletas

El agua salada templada y el té caliente ayudan a la garganta, pero también lo hacen los líquidos fríos, los trozos de hielo y los polos. Los polos son especialmente útiles para los niños pequeños: el frío actúa como un agente adormecedor temporal para aliviar las molestias. Los aerosoles para la garganta y los analgésicos de venta libre también pueden ayudar a controlar el dolor.

5. Descanso

Puede que no sea el tratamiento más fácil de encajar en tu horario, pero si una infección ha causado tu dolor de garganta, necesitas descansar para combatir la causa de tu dolor de garganta. Además, utiliza un humidificador o vaporizador cuando duermas para que el aire y tu garganta no se sequen demasiado.

6. Acetaminofén (Tylenol) o Ibuprofeno (Advil/Motrin)

Si lo anterior no ayuda a resolver los síntomas, se puede tomar acetaminofén o ibuprofeno para dar más alivio y están disponibles sin receta. También alivian otros síntomas virales como la fiebre, los dolores corporales y el dolor de cabeza. Asegúrate de seguir las instrucciones que figuran en la etiqueta.

Si ninguna de estas tácticas ayuda a calmar el dolor de garganta y éste ha durado varios días, acuda a un médico. Hay muchas cosas que pueden causar dolor de garganta, como las alergias, la contaminación atmosférica, la tensión muscular, el humo de segunda mano, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y otros irritantes. Sin embargo, algunos dolores de garganta están causados por infecciones bacterianas, como la faringitis estreptocócica. El médico puede tomar una muestra de la garganta para confirmarlo y recetar un antibiótico, si procede. Los antibióticos suelen recetarse sólo para una infección bacteriana, como la faringitis estreptocócica.

Patient First puede hacer una evaluación y pedir una prueba de estreptococos si está indicada. Si su prueba de estreptococos es positiva, incluso puede recoger su receta en el lugar durante su visita. Para saber más sobre la faringitis estreptocócica, por favor visite nuestra página de faringitis estreptocócica aquí.

A menudo, la mejor manera de manejar un dolor de garganta cuando no es una faringitis estreptocócica es tratar los síntomas y evitar las enfermedades en general. Intenta mantenerte alejado de personas resfriadas o con otras enfermedades contagiosas y lávate las manos a menudo para combatir los gérmenes que causan estas infecciones.