Por desgracia, casi cualquier masa de agua utilizada para nadar puede presentar problemas de limpieza y seguridad. Siga leyendo para saber qué cuestiones debe conocer y qué puede hacer para evitar enfermedades o lesiones.
Llega el calor, y un chapuzón refrescante en la piscina o en la playa es justo lo que necesitas. El verano significa horas de diversión en el agua para ti y para la familia, pero esa agua -incluidas las piscinas, los parques acuáticos, los lagos, las bahías y los océanos- a veces puede enfermar si no tienes cuidado. Recuerda que los nadadores no sólo comparten el agua con todos los que se meten en ella, sino también todos los gérmenes que contiene. Por suerte, con las precauciones adecuadas, puedes disfrutar de tu tiempo en el agua sin preocuparte de posibles enfermedades.
Usted desempeña un papel importante a la hora de garantizar que su familia disfrute de un día de natación saludable. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sugieren unos sencillos pasos que le ayudarán a disfrutar de su día en la piscina o la playa:
Las aguas recreativas pueden contaminarse con bacterias y virus que pueden provocar problemas estomacales y otros problemas intestinales, a menudo con vómitos o diarrea. También pueden causar infecciones, irritación de los ojos y problemas respiratorios. Estas reacciones también pueden ser causadas por las sustancias químicas que se encuentran en el agua. Sin embargo, es posible que no se dé cuenta de que la natación es la causante de estas dolencias, ya que pueden pasar de uno a tres días antes de que aparezcan los síntomas. La mayoría de estas enfermedades desaparecen en pocos días, pero ciertamente le quitan la diversión a un día de sol o a unas vacaciones familiares.
Desgraciadamente, aunque nades en una piscina o zona de juegos acuáticos bien cuidada, no debes ignorar estas preocupaciones. El mantenimiento y la cloración adecuados son importantes, pero los Institutos Nacionales de Salud subrayan que el cloro no mata todos los gérmenes de inmediato. El tiempo que tarda en matar los distintos gérmenes varía. Por eso es importante que todos los nadadores mantengan los gérmenes fuera del agua en primer lugar, duchándose antes de entrar en el agua.
Otros lugares preferidos para nadar en verano, como los lagos, los ríos y los océanos, también pueden contaminarse por los vertidos de aguas residuales, los desechos de los animales y la escorrentía de las aguas pluviales. El agua de lluvia que fluye sobre el césped y las granjas puede transportar fertilizantes y bacterias procedentes de los desechos de los animales. Esa agua y sus contaminantes llegan a los desagües, arroyos, ríos, bahías y, finalmente, al océano. Algunas bacterias también aparecen de forma natural en muchas aguas costeras.
Afortunadamente, los departamentos de salud analizan regularmente las playas públicas en busca de contaminación. Buscan ciertos tipos de bacterias, incluidas las que son comunes en las aguas residuales. Si el recuento de bacterias es superior a los niveles recomendados, los departamentos de salud cerrarán la playa hasta que el agua vuelva a estar limpia. Asegúrate de comprobar los carteles de la playa para comprobar que es seguro entrar en el agua.
Si vas a dar el paso este verano, asegúrate de seguir estos consejos para ayudar a mantenerte a ti y a los demás sanos.
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