Las infecciones de oído pueden afectar al conducto auditivo, al oído medio (secciones del oído situadas justo detrás del tímpano) y al oído interno. Una infección del oído medio se produce cuando las bacterias o los virus infectan la trompa de Eustaquio, un pequeño tubo de drenaje que va desde el oído hasta la parte posterior de la garganta. Cuando esta trompa está bloqueada o inflamada, puede acumularse líquido dentro del oído medio. La infección del oído externo se produce cuando el revestimiento del canal auditivo se inflama o se infecta por bacterias, virus u hongos. El oído interno controla el equilibrio y la audición, y cuando el oído interno se infecta o se inflama, puede causar un tipo de trastorno del equilibrio conocido como laberintitis. La laberintitis no sólo puede afectar a la audición, sino que puede hacer que te sientas mareado, e incluso puede causar algo más grave, como el vértigo, que es una sensación repentina de que tú o tu cabeza dan vueltas.
Los síntomas de una infección de oído en adultos son:
En los niños, los síntomas son:
Aunque las infecciones de oído no son contagiosas, las bacterias y los virus que las causan sí lo son. A continuación te explicamos cómo puedes prevenir una infección de oído:
Consulte a su médico para que le ayude a determinar la causa de sus síntomas. Existen distintos tratamientos según el tipo de infección de oído.
Patient First trata muchas afecciones en nuestros centros de atención urgente, incluidas las infecciones de oído. Puede visitar cualquier centro Patient First de 8 de la mañana a 8 de la tarde, cualquier día de la semana - no se necesita cita previa
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